lunes, 7 de mayo de 2012

Basta

Debo confesar que que estoy un poco harto. Me gustaría que las innovaciones tecnológicas se subieran a un Ford "T" y se bajaran de la Ferrari. 
No es que no me interese la tecnología. Más aún, para ser de la generación que soy diría que podrían considerarme un fanático. El problema es que cada vez más tengo la sensacion de que pierdo más tiempo actualizándome que utilizando las actualizaciones.

En la época del 1.0 de escribir en una mecánica, pasé a la eléctrica, la eléctrica con memoria, un procesador hecho a medida, el Word 7, otro que ya no me acuerdo como se llamaba y ahora el que usa todo el barrio con sus sucesivas versiones. 

Con la 2.0 ya no se les llama actualizaciones porque en realidad son cosas nuevas. Antes por lo menos partía de una base de conocimiento a la que se le agregaban nuevas cosas, ahora todo lo que conocía no me sirve: no encuentro dónde están los dibujitos de la impresora, el diskette para guardar, la lupa para la vista previa; las direcciones electrónicas empiezan con una "@" y no hay nada adelante; nada tengo en mi computadora porque todo está en una "nube".

Y como si esto fuera poco, parece que ya hay una 3.0.
En síntesis, extraño al monje de la mesa de ayuda (si alguno no lo vió les dejo el link:http://www.youtube.com/watch?v=tsJPQl-VMfE ).

lunes, 23 de abril de 2012

Distancia - Presencial


La posibilidad de hacer cursos a distancia ha existido desde hace muchos años. Estudiar Corte y Confección, Bailar Tango y "Ser Detective" por correspondencia era bastante usual algunos años atrás. Sin embargo, esta educación a distancia seguía el modelo tradicional. Es decir, un profesor dueño del conocimiento, materiales educativos de apoyo (libros, folletos, revistas, discos) y el alumno debía asimilar el conocimiento así transmitido. Sólo se reemplazaba la institución educativa edilicia por el domicilio del estudiante.

Hoy en día y salvo excepciones, la educación presencial mantiene la misma estructura y relación entre elementos. El profesor es el oráculo dueño del saber que enseña en la clase la síntesis que los alumnos habrán de aprender junto con los elementos (libros elaborados muchas veces por los mismos docentes). Y la Institución educativa, como mucho ofrece a los docentes nuevas herramientas tecnológicas para que haga lo mismo, pero de una manera más cómoda o didáctica.

Luego de que ha pasado mucho agua bajo el puente, la formación a distancia se concibe con los mismos elementos: profesor-tutor, alumno, materiales educativos e institución. Sin embargo, cada uno de estos elementos juega un papel absolutamente distinto y en lo esencial, el conocimiento no se transmite ni construye en forma individual, sino que se hace en forma colectiva, con la colaboración entre pares y con la guía o mediación del tutor. Y para esto, utiliza todas las herramientas que las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TICs) ofrecen, las que, por su esencia, evolucionan y aparecen a diario.

La educación presencial enfrenta muchos nuevos desafíos y entre ellos, la incorporación de las TICs. No se trata ya sólo de rever programas, planificaciones, metodologías. Se trata también de acortar la brecha de cómo adquieren los jóvenes los conocimientos fuera de la institución y de cómo participan esos mismos jóvenes en la construcción del conocimiento como alumnos.

La educación a distancia ha tenido que revertir el descrédito dejado por los cursos por correspondencia. Pero a la luz de los últimos resultados se ha transformado también en un modelo posible de excelencia, más accesible, más democrático, más participativo. La educación presencial debe necesariamente aprovechar esas experiencias y utilizar las nuevas herramientas que se encuentren disponibles y sean las más aptas para que se construya el conocimiento útil del futuro.

lunes, 16 de abril de 2012

Bienvenid@s

Hola a t@dos:

Este es un nuevo espacio creado especialmente para crear, publicar y compartir. Para ensayar, equivocarse, volver a intentar y tal vez, sólo tal vez, aprender.

Esto ya es nuevo, lo he intentado una vez, me he equivocado, lo he vuelto a intentar. Tal vez, haya terminado bien. Pronto lo sabré.

José María.-